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Arturo Zald铆var: un pol铆tico con toga

judge in a courtroom with the gavel

El balance del primer ministro presidente en la historia contempor谩nea de la Suprema Corte que no proviene de la carrera judicial 鈥揺sto es, no fue antes juez de distrito ni magistrado de circuito鈥 revela a un personaje contradictorio y lleno de claroscuros. Como ministro de la Corte, Zald铆var hab铆a construido una reputaci贸n como un juez constitucional progresista, que defend铆a posiciones de avanzada y que no dudaba en poner l铆mites al poder. Sin embargo, sus 煤ltimos cuatro a帽os como presidente de la Corte han revelado a un personaje muy distinto.

No es lo mismo el ministro Zald铆var que el presidente Zald铆var. Sus acciones y silencios son evidencia de su sumisi贸n y complicidad con el poder en turno, y su personalismo sugiere que estamos frente a un personaje m谩s interesado en su futuro pol铆tico que en velar por la independencia judicial. Durante su presidencia hemos sido testigos de la paulatina transformaci贸n de un buen ministro a un mal ministro presidente 鈥搊 quiz谩 simplemente presenciamos la revelaci贸n de las verdaderas ambiciones de un pol铆tico con toga.

Su llegada a la presidencia en enero de 2019 ocurri贸 en el contexto del apabullante triunfo de L贸pez Obrador y Morena, su partido. Al presentarse a s铆 mismo como uno de los escasos personajes en la judicatura que llevaron una buena relaci贸n con figuras clave del obradorismo, Zald铆var supo aprovechar la coyuntura no solo para reivindicar su ruptura con actores pol铆ticos del pasado 鈥揷omo el ex presidente Felipe Calder贸n, quien lo propuso como ministro en 2009鈥 sino tambi茅n para transformarse a s铆 mismo en su segundo intento por alcanzar la presidencia. Si en 2014, en el auge del Pacto por M茅xico, se present贸 como un , en 2018, despu茅s del triunfo de L贸pez Obrador, Zald铆var se confes贸 como .

Las expectativas eran altas y los grandilocuentes discursos del reci茅n nombrado as铆 lo demuestran. Si finalmente hab铆a llegado a la presidencia de la Corte era por acercar la justicia en M茅xico a quienes m谩s la necesitaban, erradicar la corrupci贸n y nunca m谩s permitir arbitrariedades en sede jurisdiccional. , se trataba de iniciar 鈥渦n di谩logo constructivo y fruct铆fero con los otros Poderes鈥. Y dec铆a, enf谩tico, que 鈥渋ndependencia no es aislamiento, independencia no es intolerancia, independencia no es romper el di谩logo鈥.

Sin embargo, ese supuesto di谩logo independiente no ser铆a otra cosa que un eufemismo para tomar decisiones complacientes con el gobierno obradorista. Sus posiciones y votos hablan por s铆 solos y dejan constancia de la profunda discrepancia entre sus dichos y los hechos. Los ejemplos son tan variados como bochornosos: desde su pat茅tico papel al salvar la , pasando por la manipulaci贸n de la votaci贸n en la impugnaci贸n de la , hasta los m谩s recientes en materia de prisi贸n preventiva oficiosa, donde una inusual pureza interpretativa de Zald铆var permiti贸 que no se terminara una figura que viola derechos humanos. No cabe la menor duda: Zald铆var se equivoca si cree que el pan y el circo de Tiktok bastan para pasar a la historia como el ministro presidente que finalmente transform贸 la justicia en M茅xico.

Y es que esa, precisamente, es una de las principales cr铆ticas que es posible hacer a su mandato: la combinaci贸n de sus 谩nimos personalistas y sus discursos populistas en aras de ostentarse como el 煤nico ungido capaz de poder llevar una buena relaci贸n pol铆tica con L贸pez Obrador. Menospreciando la institucionalidad y colegialidad, Zald铆var olvid贸 por completo la opini贸n y el lugar de sus pares, intentando que la voz del ministro presidente fuera la de la Suprema Corte.

En tal sentido, su gesti贸n se caracteriz贸 por un indivudualismo nunca antes visto en la historia del Poder Judicial. Siguiendo los pasos de L贸pez Obrador, Zald铆var se encarg贸 de personificar su puesto hasta las 煤ltimas consecuencias, ya sea ideando una especie de conferencia de prensa muy parecida a las ma帽aneras obradoristas, tratando de erogarse facultades que no le corresponden (como las de presentar un proyecto de iniciativa de ley ante el Congreso de la Uni贸n), o redactando e impulsando sin el conocimiento de sus colegas o del gremio en general la reforma judicial m谩s importante que se ha realizado en el pa铆s desde hace m谩s de 25 a帽os.

El estilo particular de gobernar al Poder Judicial de Zald铆var nunca fue m谩s all谩 de 茅l mismo. La forma tan indiferente y conveniente de tratar la renuncia del ministro Eduardo Medina Mora, as铆 como lo silencios ante las amenazas y afrentas por parte del Ejecutivo hacia jueces y juezas que realizan su trabajo en apego a la ley pero que no gustan al poder en turno, tristemente, dan prueba de ello. El presidente que en redes sociales opina de , recomienda canciones de y presume sus , ha guardado un silencio c贸mplice cuando se trata de defender a la judicatura.

Quiz谩 el punto m谩s relevante de este balance no es otro que el inconstitucional intento por , uno de los episodios m谩s pol茅micos y que m谩s legitimidad le ha costado a la judicatura en 茅pocas recientes. Jugando con posiciones ambiguas y cambiantes, Zald铆var se hizo el desentendido de lo que pod铆a ser una manifiesta violaci贸n a la Constituci贸n para perpetuarse en su cargo. El fracaso judicial de dicho fiasco puso en evidencia a un personaje que desde los primeros meses de su nombramiento como ministro presidente decidi贸 tirar por la borda su prestigio como jurista en aras de convertirse en un mero pol铆tico oportunista cuyas convicciones flaquean frente a sus ambiciones.

Muy a su pesar, Zald铆var no ser谩 recordado como el gran reformador de la judicatura, sino como el gran agente de la intervenci贸n obradorista. Por ello, no ser铆a raro que este contradictorio personaje pronto deje la toga y pretenda seguir los pasos de Medina Mora para regalarle una nueva designaci贸n en la Corte a L贸pez Obrador. Y quiz谩 sus Tiktoks ya no se graben en la sede de la Suprema Corte, sino en el seno de alguna campa帽a electoral.

Juan Jes煤s Garza Onofre y Javier Mart铆n Reyes. Investigadores de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Jur铆dicas de la Universidad Nacional Aut贸noma de M茅xico (IIJ-UNAM).

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